NARANJAS Y LIMONES "El Legado" IIIª Parte

Ilustrado por Julia G. de Jaime

Prosiguen los días, ligeros, 

y estación tras estación,

la naturaleza cumple

y el fruto sigue a la flor.


Ayer al salir el sol,

ya vistas las cosas claras,

acordaron los Limones

ir a hablar con las Naranjas.


¿Razones para el encuentro?

Encumbrar grandes valores

que sirvan de referencia

a nuevas generaciones.


Hacerlos imprescindibles

en su andadura vital

y sean el mejor legado

que pudieran heredar.


Dialogaron sin descanso

sobre el bien y sobre el mal,

aunando sus voluntades

para establecer un plan.


Se puso en marcha la rueda

y a todas las amistades

se les dio aviso inmediato.

Respondieron al instante.


                    ***


Fueron llegando, animosas,

en barco, en globo, en avión,

en bici, AVE y carruajes

de diversa condición.


En hojitas voladoras

que el papel de alfombra hacían, 

unas de sus propias ramas,

otras, de hojitas vecinas.


En pompitas transparentes

que un sueño logró soplar 

y engarzadas en hileras

en tren parecían viajar.


En cascarones de nueces

sobre aguas del deshielo

de las cumbres elevadas, 

las más cercanas al cielo.


Restos de arena en sus cuerpos

y luciendo amplias sonrisas,

de desiertos alejados

arribaron las tardías.


Un gran círculo formaron

en un lugar ideal,

entrelazaron sus manos,

cantaron a la amistad.


Tras el himno se marcharon

las menores a jugar,

los adultos iniciaron 

rondas para consensuar.


                    ***


Entretenerse era fácil, 

bastaba sólo querer;

cruzábanse las ideas, 

liderazgo e interés.


El melón y la sandía

se anclaron en su mitad;

unas velas en sus centros, 

fantasía y... ¡a la mar!


Las zancudas aceitunas

en sus palillos subidas

danzaban en cuesta abajo

y también en cuesta arriba.


Las cerezas decidieron

ser pendientes y adornar

orejitas de las niñas,

coquetas ya a tierna edad.


Las pequeñas más golosas

en chocolate se hundieron

y emergieron muy ufanas

con baño de color negro.


Las curiosas se acercaron,

la ocasión lo requería,

en papel brillante envueltas

bomboncitos parecían.


Enfiláronse pepitas

en collares y pulseras

y sus cuentas, vanidosas,

se figuraban ser perlas.


Algunas, las muy piadosas,

en rosarios se reunieron

con sus Glorias y su Cruz

y con sus Cinco Misterios.


Con eslabones de tiempo

matizados de nostalgia,

hoy y el ayer se enlazaban

en los juegos de la infancia.


El corro de la patata,

el escondite, la comba,

el cala, el pollito inglés,

hacer bailar la peonza...


Las canicas, la cometa,

el parchís, el ajedrez,

cromos, chapas, veo-veo, 

el ahorcado, el balompié…


La adolescencia asomaba,

el rubor aparecía,

secretillos en diarios

se escribían a hurtadillas.


Las pandillas se reunían 

a charlar bajo la sombra;

su inocencia era palpable,

angelillos sin corona.


Despuntaron a la vez

danza, deporte, lectura;

cada cual hacía sus guiños

acorde con su estructura.


Alguien pensó que una estrella

en sus manos se escondiera

y al encenderse de gracia,

a todas suerte les diera.


La imaginación volaba 

y tal panorama veía  

que lo acontecido entonces

nunca el alma olvidaría.


                    ***


A un gran Código Dorado 

la experiencia puso voz 

y en sencilla ceremonia

a todos lo presentó.


Un mapa de compromisos

en él logró elaborar, 

coloreado de conciencia, 

educación y moral.


Sin ninguna discrepancia,

la unanimidad se alzó 

y primaron los principios, 

el bien común, la razón.


Verdad, bondad y belleza,

el respeto, la cultura, 

la constancia y el esfuerzo,

pilares del alma pura.


La fiesta de despedida 

tuvo un sabor español

con folklore tan variado

que ensalzó la tradición.


                    ***


De regreso a sus países

el mundo sigue girando 

de la forma habitual

sin atisbarse un gran cambio.


Prioritario es invertir 

el sentido del rodaje,

implicando a las familias,

colegios, redes sociales...


Las nuevas tecnologías 

consiguen rizar el rizo,

mas no logran solventar

fallos de su uso indebido.


Y así peligra el futuro, 

grandeza e identidad

de una sociedad si ampara

que todo vale o da igual.


Aportemos con los actos 

lo mejor de cada cual 

para un orbe equilibrado

y una digna humanidad.


      Eulalia Álvarez

 


                                                                                                  

Comentarios

  1. Vaya COLOFÓN, con redoble de tambor🍒. Tantos recuerdos de esos pendientes que los haces aflorar. Eres GENIAL🦋

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