LIMONCITOS Y NARANJAS "La Descendencia" IIª Parte
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Ilustrado por Julia G. de Jaime |
Limoncitos y Naranjas
de bebés también lloraron,
chupetes de azahar querían,
baberos de hojas usaron.
Pronto aprendieron a andar,
a jugar entre las ramas,
a hablar con las mariposas
y a perfumar las mañanas.
Escaleras de burbujas
cada noche iban al cielo,
en ellas, las oraciones
junto a un arrullo de besos.
Corazones de colores
latían en su interior
ya que el Amor de sus padres
nunca, nunca les faltó.
Entre trinos de jilgueros
aprendieron a leer
porque el mundo es muy complejo
y es necesario el saber.
Su madre les enseñó
la importancia del respeto,
la de ser agradecidos
y el dar alas al talento.
Fueron fieles a principios
de claros caminos rectos,
herencia de sus mayores,
inalterables, eternos.
Idearon un evento
en una hermosa pradera
para desfilar con frutas
en abiertas pasarelas.
Lucieron bellos collares
hilados con flores blancas,
sello de los anfitriones,
de su estirpe, de su raza.
Los estambres y corolas
aplaudieron sin cesar
al paso de las estrellas,
dudosos de a quién premiar.
Abanico de sabores,
tonalidades diversas,
cada cual lucía sus galas
para encumbrar su belleza.
La primera en deslumbrar
con una sonrisa abierta
fue una linda manzanita
a la que apodaban “Reina”.
Después el plátano, erguido,
recordando a su Canarias
y el melocotón mañico
de piel aterciopelada.
La piña sobre sus ruedas,
las cerezas en racimos
recién llegadas del Jerte,
ciruelas, fresas e higos.
La perita de San Juan,
uvas blancas, uvas negras,
el melón y la sandía
siempre gordita y contenta.
En andas, sobre unas cestas,
llegaron los frutos secos;
nuez, avellana y almendras
recibieron privilegios.
Al igual que las silvestres
como moras y grosellas,
de infinitas propiedades,
laureadas todas ellas.
Pusieron el broche de oro
las rítmicas tropicales,
orgullosas de sus pulpas,
de sus tierras y sus mares.
Los Cítricos obtuvieron
un galardón destacado
tras reflexiones profundas
al finalizar el acto.
Todos recibieron banda
acorde con su tamaño
y la clausura inició
la amistad por muchos años.
Aún hay hojas en el aire
a modo de serpentinas
que unánimemente cantan:
“Que vivan las vitaminas!”
Se va abriendo paso el tiempo
mientras la Ciencia investiga,
Naranjitas y Limones
son claves en nuestras vidas.
Eulalia Alvarez
Como dice el dicho: "si la vida te da limones..." Y tú los exprimes con tanta ternura que sus vitaminas nos curan el alma. Gracias siempre.🍊🥭🍍🍌🍋
ResponderEliminarQué bonito Lali, me encanta. Se lo leeré a mis niñas, lesva a encantar y además ahora pueden imaginarte recitándolo tú..... Un abrazo
ResponderEliminarGracias a las dos.
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