EN HONOR AL NIÑO



      


Perfume en el alma

de un vientre florido,

ya te hablo sin verte,

muy quedo, bajito.   


Un ave me escucha, 

replican sus trinos, 

mas sigue volando 

directa a su nido. 


¡Ya estás en mis brazos,

ya el mundo es distinto,

ya se obró el milagro...

ya naciste, hijo!


Velarán mis nanas 

tus sueños con mimo;

me darás tu mano,

y yo, mi cariño.  


Han pasado otoños,

inviernos, estíos,

y esta primavera 

de ti se ha escondido.  


Has perdido ramas 

y tu colorido,

las hojas, las flores 

y también el brillo.


¡Qué mala fortuna! 

-le miro y me digo. 

¡No puedo creerlo! 

¡Pero si es mi niño!  


Su vida se apaga

poquito a poquito. 

¡No puedo creerlo! 

-me digo y repito. 


Aquella avecilla 

con sus pajarillos, 

cruzó la ventana 

para ver al crío.


Cuando se despierta

muy alicaído,

me mira y pregunta: 

¿Estoy muy malito? 


¿Hay alguna cura? 

¿La Ciencia qué ha dicho?

¿Y qué, los Doctores 

que por mí han sufrido?


Dime la verdad,

ya soy mayorcito; 

no voy a rendirme,

mas he de estar listo.


Sé que hay otra vida, 

así me lo has dicho,

mas quiero aún soñar

los sueños en vivo.   


Si no lo consigo, 

el tiempo no es mío, 

que el vacío no te hunda,

hablaré contigo.     


Triste la avecilla, 

con corona en pico,

surcó alto los cielos 

en honor al niño. 


          Eulalia Álvarez 

Comentarios

  1. Precioso!!! Hace que me remonte a mis dos embarazos, maravilloso es ver nuestros hijos en brazos. Te felicito. Sigue manifestándose a través de este estilo poético.

    ResponderEliminar
  2. Qué maestría en tus versos que el dolor nos invade desde lejos, FELICIDADES🌹

    ResponderEliminar

Publicar un comentario